‘24’, una gran obra maestra

El doctor Sethuraman ha creado una máquina del tiempo bajo el proyecto 24 que su malvado hermano gemelo, Athreya, desea tener en sus manos. Veintiséis años después, la misma máquina enfrentará en una batalla al hermano y al hijo del científico.

Divertida, diferente, sorprendente… son  solo unos de los muchos adjetivos con el que podríamos describir ‘24’, un largometraje dirigido por Vikram Kumar y que desde ya recomiendo ver. Y no son pocos los motivos por los que invitaros a no perderos este filme: una trama llena de misterio y muy pero muy sorprendente a la que rodean  una bonita historia de amor y otra de crueldad, maldad y soberbia; una fotografía cuidada y precisa; simbología; alguna que otra mención al Bollywood y escenas sacadas de los mejores videoclips de pop latino rematado con un final más que espectacular.

Pero vayamos por partes, y empecemos con el argumento. A priori, una película con tintes de comedia en la que aparece una máquina del tiempo parece que va a caer en el absurdo, en las cuestiones que siempre se tratan… pero Kumar consigue divertirnos a la vez que nos presenta una película seria, con carácter, que va más allá de la simple diversión y que te hace pegar los ojos a la pantalla y no despegarlos en los 164 minutos que dura el filme. Durante el transcurso de la película, la trama da varios giros inesperados y nunca imaginas el final (o al menos, yo no lo hice).

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La maldad y la crueldad de Athreya acaban matando a su hermano Sethu y a su mujer, Priya. Tranquilos, no es ningún spoiler. Esto es tan solo el principio. La muerte de sus padres deja a Mani en manos de una persona que siempre le cuidará y que parece que le mantendrá lejos de su tío. Durante un tiempo. Y es precisamente el amor, el amor en muchas de sus formas, el amor de la familia; el amor creciente; el amor de quien nunca se ha visto… el amor en sí quien los salve.

Desde el primer momento en el que el largometraje se empieza a proyectar en pantalla disfrutas de la imagen, los paisajes, de todos y cada uno de sus escenarios que están sumamente bien elegidos. Para destacar el perfecto desorden del encantador laboratorio de Sethuraman y la alegría natural de las calles de la India.

‘24’ es una película, como ya he comentado, bastante sorprendente y cuando menos te lo esperas Mani se nos vuelve cantante pop e incluso se anima con el Bollywood y es de lo más divertido. Aunque a veces con esta parte se pasan. Los momentos de acción no son el punto más fuerte de ‘24’, pero tampoco pueden decirse de ellos que estén mal ejecutados. También hay detalles que parecen demasiado surrealistas o inverosímiles pero, al fin y al cabo, ¿no es cierto que cualquier cosa puede ocurrir en el mundo de la fantasía?

Suriya merece una especial mención. ¿Qué por qué? Imagínense interpretar tres papeles diferentes para el mismo largometraje y no morir en el intento, ¡anda y que no tiene mérito! Y además es que el tío lo hace la mar de bien. Tanto, que debes fijarte bastante para caer en la cuenta que Sethu, Athreya y Mani son en realidad la misma persona. Otra mención especial para la caracterización del Athreya del futuro, sin querer desvelaros mucho más. Samantha Ruth Prabhu en el papel de Sathya está más que correcta, aunque es difícil destacar al lado de un pedazo de actor con tanto protagonismo.

Y del final no os puedo desvelar nada, pero acabas con una sensación de plenitud intensa y un sentimiento de que no podría haber un mejor final posible. Sin olvidar la escena de créditos, en la que se repite, en otra forma y momento, una cómica situación que aparece en varias ocasiones en el filme. Y recuerda, si no la has visto, ¡¿a qué estás esperando?!

Por Esperanza Burgos