En un futuro utópico sin emociones ni sentimientos, Silas (Nicholas Hoult) padece S.O.S (Switched On Syndrome), una enfermedad que le hace sentir. En esta sociedad que reprime cualquier muestra de afecto, dolor o amor, Silas y Nia (Kristen Stewart) se enamoran al descubrir que ambos están “infectados”.
Este mundo futurista tan lleno del color blanco y voces monótonas, me recordó estéticamente a ‘Gattaca’, pero en este caso la trama no resulta entretenida. Sí, la película es un análisis curioso sobre la naturaleza humana, sobre lo esencial que es sentir para el ser humano incluso si se trata de sentir dolor. Pero me pareció que este mundo estaba creado para darle un contexto a la historia romántica y que, incluso en el acto final, no nos da la sensación de que los protagonistas se estén jugando mucho. Además, este planteamiento lo hemos visto antes de forma similar en innumerables películas distópicas o utópicas.
No obstante, puede que el mundo creado por ‘Equals’ te de qué pensar. La película menciona mucho el suicidio, por ejemplo, y te hace preguntarte si las personas seríamos capaces de soportar no mostrar sentimientos de ningún tipo o, el tener que afrontar nuestros sentimientos en soledad sin poder compartirlos. Es curioso también como se describe la enfermedad y sus fases y, me encantó el pequeño detalle de que el protagonista comenzara a dibujar tras saber de su condición, lo cual se traduce en que la creatividad o el arte es tan parte de la esencia humana como sentir y ambas cosas están conectadas.
Por otro lado, nos hace plantearnos si los sentimientos son contagiosos, ya que en este mundo se consideran una epidemia no contagiosa, pero la humanidad de los personajes sólo comienza a aflorar una vez han tenido contacto con alguien que también padece lo mismo. Realmente es posible que todos los miembros de esa sociedad estén sintiendo lo mismo pero todos lo estén ocultando. Soy consciente que más que una crítica, en estos últimos párrafos me he ido un poco por las ramas filosóficas, pero creo que siempre merece la pena reflexionar sobre lo que nos enseñan acerca de la humanidad estos mundos ficticios.
Volviendo a la crítica, debo mencionar que el uso de los colores resulta muy llamativo, ya que prácticamente sólo vemos azul o blanco en la mayoría de planos, pero en algunas escenas puntuales, aparece una luz naranja que cambia el ambiente de la escena, dándole un tono más cálido. La cinematografía en general es muy agradable. Además, el vestuario y los decorados hacen mucho para ayudarnos a comprender las bases de la cultura en la que viven los personajes.
A modo de conclusión, diré que la trama de ‘Equals’ no es mala, en mi opinión, pero sí que está muy llena de tópicos y clichés, por lo que no es una historia que te sorprenda ni te enamore demasiado; no te dan un motivo por el que te deben importar los personajes. Aun así, me gustó por su mensaje de esperanza y por la forma en la que muestra la complejidad humana y la necesidad de compartir y expresar los sentimientos.
Por: Paula Martínez del Cañizo.
