En tiempos de la belle époque, dos familias de estratos sociales totalmente distintos, los burgueses Van Peteghem y la humilde familia Brufort, se encuentran en Calais, un pequeño pueblo costero del norte de Francia, donde, bajo extrañas y desconocidas circunstancias, desaparecen personas cerca de la bahía.
Dirigida por Bruno Dumont, Ma Loute se trata de una tragicomedia con tintes de humor absurdo que provoca tantas risas como caras de circunstancia al verla. La película, de estilo coral, cuenta con un elenco de actores de lo más diferenciados, en el que encontramos actrices de tal prestigio como Juliette Binoche en el papel de Aude Van Peteghem y actores de nueva carrera en el mundillo como Brandon Lavieville que encarna a Ma Loute Brufort o actrices misteriosas como Raph, que da vida a Billie Van Peteghem y de quien desconocemos cualquier otro dato. Sin duda, una de las mejores actuaciones nos la regala Jean-Luc Vincent en el papel de Christian Van Peteghem y supone uno de los elementos básicos por los que ver esta película puede merecer la pena.
La diferenciación de clases es una pieza clave en la cinta, ya que es visible desde la primera escena con el uso del color en los ropajes de los personajes procedentes de uno y otro lugar. Durante toda la película esta desigualdad será parte importante del desarrollo de la historia y de los personajes.
Además de las familias, dos fantásticos investigadores que recuerdan a los famosos cómicos del siglo pasado, el gordo y el flaco, harán las delicias del público con las numerosas caídas de Machin y la infinita paciencia de su ayudante, Malfoy. Posiblemente, protagonicen varias de las escenas más absurdas y cómicas del largometraje.
Los personajes, en general, se encuentran bien definidos y no resultan planos, aunque en ocasiones la familia aristócrata resulta exagerada e incluso algo cargante, como es el caso de Aude que, a pesar de la fantástica actuación de Binoche, genera un clima de desproporción y desmesura que no termina de encajar con el ambiente general. Billie será el personaje que más juego y misterio dé a la trama con sus constantes cambios de ropa de chico y chica y con el cómo juega con su pelo, que confundirán a otros personajes, incluido Ma Loute, junto a quien le veremos protagonizar algunas de las escenas más tiernas.
En general, Ma Loute es una buena película ambientada en un formidable paraje, gracias a lo que da gusto no apartar los ojos de la pantalla. La fotografía es precisa y cuasi perfecta, con una gama de colores cálidos que nos hacen viajar a ese pueblo costero del norte de Francia y que transmite sensaciones en ocasiones mágicas en contraste con el uso del negro y de colores oscuros para enseñarnos la vida de las personas más humildes de la cinta.
La duración del filme parece excesiva, llegando a parecer algo repetitiva y lenta. No parece una película que enamore por su final, ya que este parece algo desconcertante y nos deja con muchas dudas, sino que se trata de una historia para disfrutar durante su desarrollo y con la que reírse en bastantes ocasiones.
Por Esperanza Burgos
