Belleza y terror en ‘The Neon Demon’

La película más reciente de Nicolas Winding Refn, ‘The Neon Demon’, es un thriller psicológico. Ahí lo dejo. El filme cuenta la historia de la joven Jesse (Elle Fanning) mientras intenta ganarse la vida siendo modelo en Los Ángeles. Vemos cómo va adentrándose en el mundo de la belleza, cómo las personas que va conociendo la admiran o envidian y cómo, posteriormente, va perdiendo su inocencia. Se trata de una representación dramatizada sobre la visión que tiene la sociedad acerca de la belleza, desde el punto de vista de la industria de la moda.

En una entrevista, el director decía: “Creation is about reactions, and reactions is the essence of an experience”. Es decir, este creador busca provocar una reacción o una sensación en el espectador, sin importarle demasiado el contenido de lo que crea (curiosamente, de forma muy similar a cómo percibimos la belleza en la sociedad actual). Y debo decir que lo consigue. Al menos yo, estuve obligada a taparme la boca o los ojos en alguna ocasión. Siendo sinceros, salí un poco traumatizada. Luego ya se me pasó, pero a lo que quiero llegar es que esta peli no la puede ver cualquiera. Al menos si, como yo, no estáis demasiado acostumbrados al género.

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La película  capta tu atención, sin duda. Te mantiene en tensión mediante una estética y una cinematografía muy conseguida: la música, las interpretaciones, la buena edición y unas secuencias visualmente impactantes, por oníricas y surrealistas que sean (no recomendado para epilépticos), consiguen que los espectadores también sentimos su soledad y vivimos esa transición de lo normal a lo sacado de una pesadilla. Quizás es una película que muchos llamarían “rara”. Porque lo es. Pero debo destacar un par de detalles que hacen que merezca la pena.

En primer lugar, el punto de vista femenino. No es un secreto que las mayores víctimas de los cánones de belleza son las mujeres. Por eso me parece muy acertado que esté protagonizada por mujeres. Son ellas las heroínas y las villanas al mismo tiempo. La representación masculina está muy en segundo plano y la mayoría son recursos para añadir a la tensión, al miedo que siente la protagonista (si os interesa ver un Keanu Reeves creepy, ya sabéis qué peli ver). Sin embargo, los personajes femeninos son la verdadera amenaza. Vemos lo tóxica que es la envidia, la competitividad o la ausencia de apoyo entre mujeres, pero evidentemente lo muestra de una forma exagerada y acorde con el tono general del resto de la película.

Por otro lado, el simbolismo. Es curioso el uso de los espejos en diferentes escenas para transmitir lo que está sintiendo el personaje, como algunas modelos se odian a sí mismas o, para mostrar esa transformación de Jesse, cuando empieza, en cierto modo, a enamorarse de sí misma. También transmite mucho el uso de los colores, o el uso del ruido versus el silencio, que choca en muchas ocasiones.

Poco se puede decir sin spoilers. En resumen, es audiovisualmente muy impresionante. Y si te gustan las pelis un poco traumáticas con una buena dosis de horripilante y una pizca de extraño, es una peli de la que puedes disfrutar. O si te interesa esa crítica a nuestros conceptos de belleza, nuestra valoración de la belleza natural, la competitividad en la industria de la moda y todo lo relacionado con ello. Te puede dar mucho que pensar, o te puede dar pesadillas, ¿quién sabe?

Por: Paula Martínez del Cañizo