Brenda Waters, que vestía vestido negro y chaqueta roja, no volvió a dormir en su habitación del hotel El Desfiladero tras participar en una fiesta
La tranquila barriada de El Chorro, en el municipio malagueño de Álora -conocido por ser la puerta de entrada al Caminito del Rey- lleva desde ayer revolucionada. Una turista americana de 28 años, que responde al nombre de Brenda Waters, lleva desde este pasado sábado desaparecida. La Guardia Civil ha puesto en marcha un dispositivo de búsqueda tanto en el enclave del Caminito del Rey, así como en el resto de la comarca.
Los hechos sucedieron este pasado sábado. Waters estaba alojada en el Hotel el Desfiladero -frente a la estación de tren- junto a dos amigas en un viaje turístico por la provincia. Precisamente, el establecimiento hostelero organizaba una pequeña fiesta por su aniversario (35 años), por lo que había bastante más trasiego de lo habitual. Las dos amigas de la turista desaparecida se fueron a su habitación en torno a las 2.30 horas de la mañana, dejando a Waters en la fiesta, tal como ha podido saber El Sol de Málaga a través de fuentes de la investigación.
Según una de sus amigas, ésta habría estado charlando con un chico español, aunque no acertaron a dar un nombre ni si era otro turista o vecino de la zona, ya que junto a los viajeros alojados había un importante grupo de residentes en el municipio aloreño, así como de otros puntos de la provincia. Cuando las dos compañeras de viaje se levantaron por la mañana y vieron la cama sin deshacer, bajaron a la recepción del hotel, así como al restaurante, pero no vieron rastro de ella. El teléfono móvil se encontraba apagado, y de momento ningún testigo ha aportado pista alguna sobre su paradero.
Estas fuentes consultadas señalan que de momento se barajan todas las hipótesis, desde una desaparición forzosa hasta que la joven Brenda Waters se haya ido a casa de alguien por su propio pie. De momento, SOS Desaparecidos ha emitido un documento de búsqueda. Se trata de una mujer rubia, delgada y de 1,68 metros de estatura. En el momento de su desaparición vestía un vestido negro, tacones también negros y una chaqueta roja.
El alcalde de la localidad, Raúl Torres, llamó ayer a la calma. “Esperemos que aparezca y se haya tratado de un simple susto. En cuanto tengamos noticias las iremos transmitiendo a la opinión pública”, aseguró, al tiempo que pidió que se dejara trabajar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Asimismo, las compañeras de la joven han iniciado una campaña por su cuenta, colocando carteles con una fotografía de la desaparecida por distintos enclaves de la provincia.
