XI Semana
Internacional de Cine Fantástico
Málaga 21
febrero - 1 marzo de 2001, Cine Alameda
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CICLO: FANTASIA; ANTOLOGIA
DEL CINE FANTASTICO JAPONES
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"EL
COMBATE FINAL DE MAJIN"
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Título Original: "Dai-Majin Gyakushu". Japón, 1966. Producción:
Masaichi Nagata.
Director: Kenji Misumi.
Guión: Tetsuo Yoshida.
Fotografía: Fujio Morita. B/N.
Intérpretes: Kojiro Hongo, Shindo Fujimura, Tara Fujimura,
Taro Murui, Jutaro Hojo, Takashi Kanda.
Duración: 80 min. V.O.S. E.
La tercera y última película sobre el gigantesco
dios guerrero de la armadura samurai, Majin, se abre con el
tradicional cataclismo de las películas de monstruos japonesas:
un terremoto y una inundación, fuego y casas aplastadas. En
esta ocasión, Majin rescatará a tres niños de las garras del
tiránico villano que domina la región.
Aunque especializado en el cine de aventuras,
Issei Mori realizó una gran contribución al Kaiju Eiga (películas
de monstruos) con esta tercera entrega de las aventuras de
Majin, que vuelve a contar con los efectos especiales de Yoshiyuki
Kuroda. Capaz de haber competido incluso con los mejores especialistas
en efectos de la Toho si hubiera tenido ocasión de realizar
más trabajos de este tipo, Kuroda saltó rápidamente al terreno
de la dirección con la espectacular Yokai Daisenso, también
adscrita al género de monstruos.
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"CUENTOS
DE LA LUNA PALIDA"
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Título Original: "Ugetsu Monogatari". Japón, 1953. Producción:
Daiei Kyoto Co.
Director: Kenji Mizoguchi.
Guión: Matsutaro Kawaguchi y Yoshita Yoda a partir de los
cuentos de Akinari Ueda "El Albergue de Asaji" y "La Lubricidad
de la Serpiente".
Fotografía: Kazuo Miyagawa. B/N.
Música: Tradicional por Takemichi Group.
Montaje: Mitsuyi Miyata. Asesor histórico: Kusune Kainosho.
Intérpretes: Machico Kyo, Masayuki Mori, Kinuyo Tanaka, Sakae
Ozawua, Mitsuko Mito, Kikue Mori.
Duración: 97 min. V.O. subtitulada en francés y en español.
Nos hallamos a finales del siglo XVI, en una aldea al norte
del lago Biwa. El alfarero Genjuro y su cuñado Tobei sueñan
con mudar su humilde estado. El primero pretende enriquecerse
con el comercio de sus porcelanas, mientras que Tobei aspira
a conseguir la gloria militar. En vano sus prudentes esposas,
Mimiyagi y Ohama, se esfuerzan por devolverles la sensatez.
Un día las huestes enemigas atacan la aldea, y las dos familias
emprenden la huida. Deciden trasladarse a la ciudad para vender
las mercancías que Genjuro, temerariamente, ha conseguido
poner a salvo. La travesía por el brumoso lago está cargada
de malos presagios: un náufrago moribundo les previene contra
los piratas. Ante esto, Genjuro desembarca a Miyagi y a su
hija, a quienes obliga a regresar a casa.
Una vez en la ciudad, la fortuna parece sonreírles, y las
ventas son abundantes. Tobei huye con su salario y se compra
una armadura, con ánimo de alistarse en alguna facción. Ohama,
en el ínterin, le persigue en vano; se pierde en las afueras,
donde es asaltada y violada por unos soldados. Mientras tanto,
una misteriosa dama, la princesa Wakasa, compra a Genjuro
algunas de sus cerámicas; el alfarero, fascinado por su presencia,
la acompaña hasta su mansión. Allí se verá seducido por la
muchacha, quien le invita a gozar con ella de una vida paradisíaca,
al margen de toda la realidad circundante. Al mismo tiempo,
Miyagi es brutalmente atacada por unos soldados, que la dejan
malherida. Tobei, por su parte, ha conseguido ser nombrado
capitán, merced a sus rastreros procedimientos. Al frente
de su mesada, hace un alto en cierto burdel donde se reencuentra
con Ohama, ahora convertida en prostituta. Ella le maldice
e intenta suicidarse, pero finalmente se reconcilian.
La película más conocida internacionalmente de Mizoguchi
no está exenta de peculiaridades: la intrusión de lo sobrenatural
y el relato fantástico son verdaderamente excepcionales en
su obra, que prefiere circunscribirse a la realidad y sus
gentes. El tratamiento realista de la acción, incluso durante
las escenas más fantasmagóricas, permitirá fraguar una frontera
muy tenue, casi imperceptible, entre lo real y el ensueño,
como comprobaremos.
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"HISTORIA
DE FANTASMAS JAPONESES"
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Título Original: "Tokaido Yotsuya Kaidan". Japón, 1959. Producción:
Mitsugu Okura para Daiei Motion Pictures co. Director: Nobuo
Nakagawa.
Guión: Yoshihiro Ishikawa y Masayoshi Onuki.
Fotografía: Tadashi Nishimoto. Color.
Música: Michiaki Watanabe.
Intérpretes: Shigeru Amachi, Noriko Kitazawa, Shuntaro Emi,
Kunko Ikeuchi, Kazuko Wakasugi.
Duración: 78 min. V.O.S. en Francés y Español.
No estrenada en España.
La película narra la historia del ronin Iuemon, que mata
a un respetable samurai para más tarde casarse con su hija
Oiwa engañándola con falsas promesas de vengar la muerte de
su padre. La avaricia lo lleva a tender una trampa a su esposa
para que esta sea sorprendida en flagrante adulterio, lo que
le permite envenenar tanto a ella como a su supuesto amante
y quedar libre para contraer matrimonio con una rica heredera,
Oume. Ambos cadáveres son convenientemente atados al tronco
de un árbol y sumergidos en el pantano, pero estos reaparecerán
en la boda de Iemon que como culpable que es, según la mitología
japonesa, es el único que puede verlos. Aterrorizado, el malvado
espadachín acaba con su nueva prometida y con el resto de
su familia, pero esto no detendrá las ansias de venganza de
los fantasmas, que lo perseguirán hasta el final.
Nobuo Nakagawa sigue siendo considerado, a pesar del tiempo
transcurrido, el director de cine de terror más importante
de Japón, como se demuestra en Historie de Fantômes Japonais,
una de las cintas del género mas tétricamente poéticas e impactantes
jamás filmadas. La estilización de la narrativa y su clara
tendencia a la teatralidad, explícitamente anunciada en la
secuencia previa a los créditos en la que se descorre un telón
tras el que vemos un escenario preparado para una representación,
remiten directamente a la obra de teatro Kabuki de Nanboku
Tsuruya escrita en 1825, que el director adapta a la gran
pantalla tras un primer intento en 1949 a manos del gran Kinoshita.
La película, al igual que la obra original, ha de ser vista
como una dramatización del concepto japonés del karma, según
el cual el destino no es más que una acumulación de los efectos
de nuestras propias acciones que toma la forma de una imparable
fuerza exterior que de algún modo afectará a nuestra vida,
ya sea para bien o para mal. En este caso, algunos de los
personajes que aparecen en la película -como por ejemplo los
fantasmas que acosan a Iemon- no son más que representaciones
de aspectos de la personalidad del malvado personaje central,
por lo que una interpretación de los mismos en clave occidental,
como simples personajes poseedores de su propia psicología,
nos hará perder gran parte del exótico encanto de esta magistral
obra.
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Título Original: "Kwaidan". Japón, 1965.
Producción: Toho Films, Ltd.
Director: Masaki Kobayashi. Guión: Yoko Mizuki.
Fotografía: Yoshio Mizuki. B/N.
Música: Toru Takemitsu.
Intérpretes: Rentaro Mikumi, Michiyo Aratama, Tetsuro Tamba,
Katsuo Nakamura, Keiko Kishi, Takashi Shimura, Ganjiro Nakamura.
Duración: 170 min. V.O.S.E.
Basándose en cuatro narraciones del escritor anglosajón Lafcadio
Hearn -"El pelo negro" o "Sombras", "La mujer de la nieve",
"Hoichi el desorejado" y "En una taza de té"-, Masaki Kobayashi
ha obtenido -a caballo de la ópera y el film de marionetas-
una obra insólita, en donde la poesía combina con la plástica
y el sonido de una manera tan feliz como pasmosa. En varias
ocasiones, Kobayashi se ha declarado ferviente admirador de
Jiri Trnka -cuyo cine de animación ha venido a considerarse,
no sin razón, como uno de los "milagros" más asombrosos del
llamado séptimo arte-. Pues bien, Kwaidan participa de un
modo directo del espíritu creador que impulsase obras tan
hermosas, en su compleja simplicidad, como El sueño de una
noche de verano o Viejas leyendas checas. El juego que Kobayashi
nos propone con su Kwaidan, hecho a base de colores que recuerdan
los utilizados por Mizoguchi en "La Emperatriz Yang-Kwei-Fei",
de luces y sombras que nos transportan a regiones donde sueño
y realidad se funden y confunden, de exquisiteces de antiguo
grabado chino, de fantasmas que nacen y se disipan con una
lentitud casi religiosa -a través, posiblemente, de los "fundidos"
más perfectos de toda la historia del cine-; el juego que
Kobayashi nos brinda con su increíble Kwaidan resulta, en
efecto, de una categoría incuestionable, amén que de una sugestión
y atractivo infinitos.
Desde la historia -primera- del samurai ambicioso que abandona
a su pobre esposa para casarse con otra mujer más rica, hasta
la obsesiva boutade de ese Kannai que ve reflejado en el fondo
de una taza de té el rostro enigmático de un desconocido,
pasando por el admirable episodio de Hoichi, el músico ciego,
o el de la misteriosa mujer nívea. Kwaidan viene a ser algo
así como el delirio fantástico de un hombre cultivado y sensible
llevado a sus últimas consecuencias; o, dicho de otro modo,
la obtención del espectáculo total.
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Título Original: "Daimajin". Japón, 1966.
Producción: Masaichi Nagata.
Director: Issei Mori. Guión: Tetsuo Yoshida.
Fotografía: Fujio Morita y Hiroshi Imai.
Efectos Especiales: Yoshiyuki Kuroda.
Intérpretes: Hideki Ninomiya, Masahide Kizuka, Shiei Iizuka,
Muneyuki Nagatomo.
Duración: 86 min. V.O.S.E.
El noble Samosuke usurpa el poder de una región asesinando
al señor local y esclavizando a la población. Los hijos del
difunto consiguen escapar, refugiándose durante una década
en la montaña donde reposan los restos de Majín, un gigantesco
guerrero de piedra que bien podría considerarse la contrapartida
japonesa al golem judío por salir siempre en defensa de su
pueblo cuando este es amenazado. Los hermanos regresan a su
pueblo intentando derrocar al malvado líder, pero sus planes
fallan y todo parece perdido hasta que el usurpador mata a
una sacerdotisa y envía a sus hombres a destruir al aún durmiente
Majin, que despertará lleno de furia para poner las cosas
en su sitio.
Una mezcla de Kaiju Eiga (película de monstruos) y Jidai
Geki (drama histórico), la película de Yasuda sigue siendo
un híbrido inclasificable, aunque tuvo el éxito suficiente
como para generar dos secuelas: The Return of Majin y Majin
Strikes Again. Los magníficos efectos especiales de Yoshiyuki
Kuroda, sobre todo durante el tercer segmento de la cinta,
logran integrar a la perfección al pétreo Majin dentro de
las secuencias, consiguiendo un efecto sorprendente para la
época.
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Título Original: "Suna No Onna". Japón, 1964.
Director: Hiroshi Teshigahara.
Guión: Kobo Abe.
Fotografía: Hiroshi Segawa. B/N.
Música:Toru Takemitsu.
Intérpretes: Eiji Okada, Kyoko Kishida.
Duración: 125 min. V.O.S. E.
La mujer en la arena es una producción de 1964 de Hiroshi
Teshigahara nominada al Oscar a la mejor película de habla
no inglesa aquel mismo año (y curiosamente, nominado Teshigahara
como mejor director en 1965). Suna No Ona (La mujer en la
arena o La mujer de las dunas) es la historia de un entomólogo
cautivo de una mujer en una aislada cabaña, una historia arrebatadoramente
romántica que se mueve entre la realidad y lo imaginario,
entre un realismo brutal y una cálida poesía, amén de un erotismo
tierno y directo.
Se ha dicho de esta película que su autor demuestra influencias
de Kafka y de Resnais. En cualquier caso, de Resnais hallamos
a Eiji Okada, el protagonista de Hiroshima, mon amour.
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Título Original: "Onibaba". Japón, 1.964.
Producción: Kaneto Shindo para Kindai Eiga Kyokai / Tokyo
Eiga.
Director: Kaneto Shindo. Guión: Kaneto Shindo.
Fotografía: Kiyomi Furoda. Música: Hikaru Hayashi.
Intérpretes: Nabuko Otowa, Jitsuko, Yoshimura, Kei Sato.
Duración: 105 min. V.O.S. E.
Onibaba (El Agujero), es un film tan extraño
como fascinante, que enriquece su relativamente limitada anécdota:
dos mujeres y un hombre que viven en pleno campo del saqueo
de las víctimas de la guerra. Una serie de elementos directamente
emparentados con el cine fantástico y el acervo mitológico
nipón resultan en una obra maestra, de aplastante magnetismo
visual e interpretaciones por encima de lo acostumbrado en
el cine japonés.
Kaneto Shindo mezcla, con gran acierto, la sensualidad
con el terror. Los protagonistas viven unas relaciones tensas,
marcadas por una sexualidad reprimida, que se deterioran cuando
la anciana empieza a tener celos de la joven, que satisface
su sexualidad con el hombre, y se rompe del todo cuando decide
asustarla con una antigua máscara; la maldición se cumple.
Onibaba comparte con Kuroneko la idea de incrustar
los elementos fantásticos dentro de una puesta en escena apoyada
sobre una extrema valoración de lo físico.
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Título Original: "Daimajin Ikaru". Japón, 1966.
Producción: Masaichi Nagata.
Director: Kimiyoshi Yasuda. Guión: Tetsuo Yoshida.
Fotografía: Fujio Morita.
Efectos Especiales: Yoshiyuki Kuroda.
Intérpretes: Miwa Takada, Yoshihiko Aoyama, Jun Fujimaki,
Ryutaro Gomi, Tatsuo Endo.
Duración: 79 min. V.O.S. E.
La primera secuela de Daimajin comienza cuando el titánico
Majin es despertado de su reposo al destruir un grupo de villanos
una efigie suya. Desde su base en el centro de un lago Majin
inicia una salvaje carrera de destrucción que no cesará hasta
que las lágrimas de la heroína, derramadas sobre el lago,
le persuadan de volver a casa.
A pesar de prodigarse poco dentro del género fantástico,
el director de la cinta, Misumi, alcanzó la cima de su carrera
con la extraordinaria Kozure Ookami (1972) y sus secuelas,
delirantemente violentas óperas surrealistas por las que aún
hoy es recordado. Sin embargo, su trabajo en esta segunda
parte de las aventuras del gigante de piedra nipón ha de ser
considerado uno de los mejores al conseguir dotar a las imágenes
de una fuerza pocas veces vista antes en el género de monstruos.
Aunque se trate claramente de un actor disfrazado, las poderosas
imágenes de Majin abriéndose paso a través del agua aún siguen
impresionando y, por muy traída por los pelos que pueda parecer
esta comparación, recordándonos a la escena de la fuga del
pueblo judío de Los Diez Mandamientos de Cecil B.Demille.
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Título Original: "Uchujin Tokyoni Arawaru". Japón, 1956.
Producción: Daiei Motion Pictures Co.
Director: Koji Shima.
Guión: Hideo Oguni, según la novela de Gentaro Nakajima y
en el cuento popular japonés "Kaguyahime"
Fotografía: Kimio Watanabe. Color.
Montaje: Toyo Suzuku.
Efectos Especiales: Kenmi Yuasa.
Intérpretes: Toyomi Karita, Keizo Kawasaki, Isao Yamagata,
Shozo Nanbu, Bontaro Miake.
Duración: 87 min. V.O.S. en Francés y Español.
Título en Español: Asalto a la Tierra.
Fecha de estreno en España: 11-11-1957.
Los habitantes del planeta Paira, una raza de estrellas de
mar gigantes con un ojo en el centro de su titánica anatomía,
llegan a la Tierra con el propósito de advertir a la Humanidad
que un grave peligro se cierne sobre ella. Su líder Ginko,
que para no asustar a los terrícolas toma, al igual que el
resto de su raza, forma humana, advierte a la gente que no
deben emplear su arsenal atómico para pelear entre ellos y
que por el contrario han de unir fuerzas para destruir el
planeta que se encuentra en curso de colisión con la Tierra.
Explotando los recurrentes temas en el cine de la época en
Japón de la guerra nuclear y los platillos volantes, Asalto
a la Tierra -basada en la novela de Gentaro Nakajima- es uno
de los primeros intentos serios de la cinematografía nipona
por evadirse del Kaiju Eiga (género de películas de monstruos).
Aunque en ella también hagan aparición algunos de estos enormes
seres, el hecho de que esta vez sean de origen alienígena
(tema sobre el que luego se abusaría hasta la saciedad durante
toda la década de los sesenta) unido a su talante amistoso
y conciliador respecto al género humano, un refrescante cambio
teniendo en cuenta la mentalidad cinematográfica habitual
en los tiempos de la Guerra Fría, la convierte en una absoluta
novedad; agradable cruce entre Ultimatum a la Tierra (1951)
y Cuando los Mundos Chocan, aderezado con ese aire camp intransferiblemente
exótico derrochado por los orientales. Si a todo esto le añadimos
unos correctísimos efectos especiales y una nada habitual
hasta la fecha fotografía -por primera vez- en color, podremos
elevar justamente a The Mysterious Satellite a la categoría
de clásico del género.
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