Título Original: "2001: Space Odisey" U.S.A., 1968.
Producción: Hawk Productions para Metro Goldwyn Mayer.
Director: Stanley Kubrick.
Guión: Stanley Kubrick.
Fotografía: Geoffrey Unsworth. Color.
Montaje: Ray Lovejoy.
Música: Richard Strauss, Johann Strauss, Aram Khatchaturyan y György Ligeti.
Efectos Especiales: Colin J. Cantwell, Bryan Loftus, Frederick Martin, Bruce Logan, David Osborne y John JackMalick.
Efectos Espaciales: Stanley Kubrick, Douglas Trumbull, Wally Veevers, Con Pederson y Tom Howard.
Intérpretes: Keir Dullea, Gary Lockwood, William Sylvester, Daniel Richter, Douglas Rain, Leonard Rossiter, Margaret Tyzack, Robert Beatty, Sean Sullivan.
Duración: 141 min. V. O.S.E.

La película se abre con los compases de "Atmospheres" de Ligeti, sobre fondo negro y sonando ya "Así habló Zaratustra", de Richard Strauss, vemos en primer lugar un astro -la Luna- sombrío e inhóspito, erizado de cráteres. Pronto en perfecta alineación, descubrimos primero la Tierra, iluminada sólo en su parte superiror y luego el Sol. Imágenes de un desierto con el cielo enrojecido por el sol. No hay música. En este paisaje desolado un grupo de homínidos convive pacíficamente con una manada de tapires, aplicados en buscar comida. La ley del más fuerte se evidencia al irrumpir un leopardo que ataca a uno de los simios. Más adelante los mismos antropoides son expulsados de su charca por otro grupo más poderoso. Parecen, pues, condenados al exterminio... Pero por la noche despiertan sobresaltados al encontrar frente a ellos un monolito que con sus líneas rectas contrasta en el erosionado decorado. Excitados lo rodean hasta que uno se atreve a acariciarlo, imitado luego por los demás. El "contacto" empieza a dar sus frutos al día siguiente. Observando un esqueleto, el homínido más osado concibe la idea de un arma, que en primera instancia puede darle el dominio sobre los tapires, pero también sobre la otra tribu de antropoides. La música "Así habló Zaratustra" invade las imágenes. Armados ya con huesos, proponiendo la violencia como motor de la historia, los simios regresan a la charca de la que fueron expulsados y allí obtienen la victoria al matar a garrotazos, como aplicados cainitas, a uno de sus enemigos.

En señal de victoria, símbolo de su alegría, el antropopiteco arroja al cielo el hueso que ha permitido su triunfo, y en un encadenado que se ha hecho legendario vemos como éste, subiendo y subiendo, se convierte en una nave espacial -militar- que orbita la Tierra. De hecho las violentas escenas filmadas a cámara lenta del combate entre simios enlazan con la ingravidez del espacio exterior, en tanto que empieza a sonar "El Danubio Azul".

Título Original: "Alien" Gran Bretaña-U.S.A., 1979.
Producción: Brandywine-Ronald Shusett Productions para la 20th Century Fox.
Director: Ridley Scott.
Guión: Dan O´Bannon, según un argumento suyo y de Ronald Shusett.
Fotografía: Derek Vanlint.
Montaje: Terry Rawlings.
Música: Jerry Goldsmith.
Efectos Espaciales: Carlo Rambaldi, Brian Johnson y Nick Alider.
Intérpretes: Tom Skerritt, Sigourney Weaver, Veronica Cartwright, Harry Dean Stanton, John Hurt.
Duración: 117 min. V.O.S.E.

Los siete tripulantes de la nave espacial Nostromo regresan a la Tierra después de una misión rutinaria. La normalidad del trayecto se rompe cuando el ordenador de a bordo les despierta del estado de hibernación reglamentario en este tipo de viajes, advirtiéndoles de la proximidad de un planeta desconocido. La exploración del terreno dará como resultado el descubrimiento de una especie de huevos. Éste será el comienzo de la pesadilla de los miembros de la tripulación, que serán exterminados por un monstruo indescriptible. Al final, la única superviviente deberá enfrentarse con la bestia en un combate a vida o muerte.

Alien es un clásico del fantástico moderno y también uno de los filmes que más influencia ha tenido sobre el género en los últimos veinte años. Al margen de sus tres secuelas "oficiales" -dirigidas por James Cameron (1986), David Fincher (1992) y Jean-Pierre Jeunet (1997)- son innumerables los títulos que se han inspirado en sus propuestas o la han plagiado directamente. En su concepción hay referentes del cine de serie B -desde The Terror from Beyond Space (1958), de Edward L. Cahn, hasta Terrore nello spazio (Terror en el espacio, 1965), de Mario Bava- con una recreación inspirada y formalmente impecable. Su revisión constituye un placer cinéfilo, pero también demuestra que sigue poseyendo intacta su capacidad para inquietar.

Título Original: "Blade Runner" USA, 1982.
Producción: Ladd Company en asociación con Sir Run Run Shaw..
Director: Ridley Scott.
Guión: Hampton Fancher y David Peoples.
Fotografía: Jordan Cronenweth. Color.
Montaje: Terry Rawlings, Marsha Nakashima.
Música: Vangelis.
Intérpretes: Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Edward James Olmos, M. Emmet Walsh, Daryl Hannah, Wlliam Sanderson, Brion James, Joe Turkel, Joanna Cassidy.
Duración: 116 min. V. O.S.E.

En el año 2019, la ciudad de Los Ángeles se ha convertido en un monstruo demográfico. Una lluvia sucia cae persistente sobre sus calles ruidosas, llenas de humos presuntamente hediondos, recorridas por haces luminosos y sobrevoladas por los vigilantes "spinners" policiales, en las que convive una muchedumbre multiracial. Una de las empresas más poderosas de Los Ángeles es la Tyrell Corporation, que se dedica a la creación de unos robots virtualmente idénticos a los seres humanos, a los que han dado el nombre de replicantes. La generación de replicantes más perfecta creada por la Tyrell es la llamada Nexus 6, cuyos componentes son utilizados como esclavos por los humanos, que les hacen desempeñar los trabajos más duros en las colonias espaciales.

Seis modelos Nexus 6 se han rebelado en una de esas colonias y tras asesinar a veintitrés personas han regresado, fugitivos, a la Tierra, donde los replicantes han sido declarados ilegales. Para hacer frente a este tipo de eventualidades, los humanos han creado una brigada especial compuesta por hombres conocidos con el nombre de blade runner, cuya misión es acabar con los replicantes: Una actividad a la que no se denomina ejecución sino "retiro". Rick Deckard (Harrison Ford) ha sido uno de esos hombres: "ex -policía" , ex -blade runner, ex -asesino", como dice él de sí mismo, pero también "ex -marido", ahora es un solitario que deambula desocupado por los bares sushi que hay en las apretadas calles de Los Ángeles.

De los seis replicantes rebeldes, tres mujeres y tres hombres -de quienes se sospecha que tratan de introducirse en la Tyrell Corporation-, sólo quedan cuatro con vida. Uno de ellos, Leon (Brion James), asesina a un experto blade runner, Holden (Morgan Paull), cuando éste le está sometiendo a un test de verificación de identidad cuyo objetivo es detectar a los posibles infiltrados en la empresa. Tras el asesinato de Holden, y ante la dificultad y el peligro que presenta el caso Bryant (M. Emmet Walsh), el antiguo jefe de Rick Deckard, da órdenes a su subordinado Gaff (Edward James Olmos) de que lo lleve ante su presencia con el propósito de admitirle de nuevo como blade runner y encargarle del "retiro" de los cuatro replicantes proscritos (o "pellejudos" como suele llamarlos él despectivamente). Rick se ve obligado a aceptar el caso, pero se hace una pregunta desde el primer momento. ¿Pro qué los replicantes rebeldes se han arriesgado a volver a la Tierra, donde sin duda van a ser "retirados" ? Bryant le muestra en pantalla los rostros de los cuatro proscritos vivos, Zhora (Joanna Cassidy), Leon (Brion James), Batty (Rutger Hauer) y Pris (Daryl Hannah), y le explica que la vida de éstos ha sido programada sólo para cuatro años para impedir que, siendo como son un modelo altamente perfeccionado, lleguen a tener sus propias emociones.

Título Original: "Dark Star" USA,1974.
Producción: John Carpenter para Enterprises.
Director: John Carpenter.
Guión: John Carpenter, Dan O´Bannon.
Fotografía: Douglas Knapp.
Efectos Especiales: Dan O´Bannon.
Música: John Carpenter.
Intérpretes: Brian Narelle, Dre Pahich, Cal Kuniholm, Dan O´Bannon, Joe Saunders, Miles Watkins.
Duración: 83 min. V.O.S.E.

El debut de John Carpenter en el campo del largometraje, no en la industria, pues le lleva tres años y medio de trabajo con un presupuesto global de 60.000 dólares, es su primera incursión en el dominio de la ciencia ficción. Dark Star, realizado prácticamente al alimón con Dan O´Bannon, es ante todo el film de un entusiasta cinéfilo, repleto de citas y referencias, y de hecho es un homenaje al 2001: una odisea del espacio de Stanley Kubrick (1968), ese film que tanto ha influido a generaciones venideras de cineastas y al que Dark Star remite directa, abundante e irónicamente. Dark Star cuenta las aventura de cuatro astronautas perdidos en la inmensidad del cosmos durante veinte años, neuróticos a tope, llenos de tics y manías, melenudos y barbudos, en una misión destinada a explosionar los planetas "inestables" que puedan amenazar la existencia de la tierra.

Nos encontramos ante un núcleo cerrado pero sin posibilidad de amenaza externa, pero esta prisión que constituye la sala de operaciones de la nave, la estrechez opresiva que funciona de cobertura claustrofóbica, es una variante de la asfixia defensiva de los films ulteriores. Esa dificultad o imposibilidad de desplazamiento, que en los tres siguientes films conlleva la progresiva reducción del espacio vital, aquí es presentada de entrada y de forma sarcástica ante la acumulación de botones, pantallas, tableros, que aprisionan a los personajes. Y finalmente, la agresión es interior en cuanto será la evolutiva paranoia de los astronautas, más que los fantasmas virulentos del exterior, la espoleta de la locura confirmadora de su muerte al explotar la cápsula.

Dark Star es un boceto de la obra posterior de Carpenter, pero sobre todo es una especie de burla que se carcajea "avant la lettre" de los valores y musculosos héroes de la S.F. contemporánea y que, sabiamente, introduce elementos del objeto parodiado -el 2001 de Kubrick- en el relato, sumiéndolos y reprobándolos, según su ubicación e instrumentalización en su dispositivo narrativo.

La disgregación última, por ejemplo, reenvía burlonamente a la fusión final de Bowman en 2001: una odisea del espacio, como asimismo lo hacen los diálogos con la computadora, situaciones concretas como la de Pinback atrapado en el ascensor o la forma de presentar al hibernado comandante de la expedición... Balanceándose entre lo trágico y lo cómico, Dark Star es una mirada humorística sobre las "óperas espaciales", donde se caricaturiza ferozmente la tecnología super avanzada, los cosmonautas rivalizan en simplonería y torpeza, lejos de los supermanes usuales, desmontándose todo el discurso filosófico-místico que ha hecho furor post 2001 - a su pesar, naturalmente-, aún sin llegar a ridiculizar la obra de Kubrick, con la que mantiene razonables vínculos; mayores que los pretendidamente deseados por Star Trek, el film de Robert Wise (1980), por ejemplo. En suma, una ciencia ficción adulta que no ha tenido, salvo excepciones, la querida y merecida continuación.

Título Original: "Total Recall". USA, 1990.
Producción: Tri-Star / Carolco.
Director: Paul Verhoeven.
Guión: Ronald Shusett, Dan O´Bannon y Gary Goldman.
Fotografía: Jost Vacano. Color.
Montaje: Frank J. Urioste.
Música: Jerry Goldsmith.
Efectos Espaciales: Rob Bottin y Dream Quest.
Intérpretes: Arnold Schwarzenegger, Rachel Ticotin, Sharon Stone, Michael Ironside, Ronny Cox, Marshall Bell.
Duración: 109 min. V.O.S.E.

Resulta difícil resumir el argumento sin hacer una interpretación entre las posibles. Desafío Total -mejor sería el título original "Recuerdo Total"- cuenta la historia compleja y ambigua donde su protagonista sea un obrero de la construcción que hace un viaje imaginario a Marte desde una especie de clínica; o bien sea un desertor de Cohaagen, el maligno dictador de aquel planeta; o bien un colaborador con la lucha guerrillera de Kuato contra Cohaagen; o una mezcla de todo ello. El protagonista Quaid no sabe hasta dónde la máquina de los sueños ha alterado su memoria, de ahí el título original, y, por consiguiente produce en él una pérdida de su identidad. En el marco dramático de una lucha le cuesta trabajo situarse en la perspectiva del Bien, hasta el punto de que puede suceder que sus acciones sean fruto de la traición.

La película tiene la virtud de situar -y situarnos- en una ambigüedad creadora con la personalidad lábil y confusa del protagonista: no sólo no sabe cuál es su identidad real, sino que hay que dudar de la realidad de referencia del presente de cada una de sus identidades posibles. Este es uno de los hallazgos de Desafío Total. De hecho, hay momentos en que no parece que se haya querido situar el futuro muy lejos.

Título Original: "Logan´s Run". U.S.A, 1976.
Producción: Saul David para Metro Golwyn Mayer.
Director: Michael Anderson.
Guión: David Zalag Goodman según la novela de William Nolan. Fotografía: Ernest Lazlo. Color.
Música: Jerry Goldmith.
Intérpretes: Michael York, Richard Jordan, Jenny Agutter, Roscoe Lee Browne, Farrah F. Major, Peter Ustivov.
Duración: 118 min. V.O.S.E.

¿Cuánto tiempo hacía que no entrábamos en una casa encantada?. ¿Quizás desde nuestras excursiones a Amityville? Acaso... Es hora de volver a habitar mansiones en las que El Mal repta por los suelos, se acurruca en las esquinas y te espera en el porche. Hora de que tu pasado te hechice. Tu hijo murió. También otras gentes en ese pueblo tan terriblemente tranquilo en el que las señales de tráfico te comunican, sin más, servicio público, los días que te quedan de vida: 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1...

En el año 2274 todo el mundo disfruta de una esterilizada vida, libre de preocupaciones en enormes cúpulas geodésicas hasta los treinta años, momento en el que son "renovados" para literalmente comenzar de nuevo en un interminable círculo vital. Michael York es Logan, un agente de las autoridades muy cercano a la treintena cuyo trabajo consiste en detener las fugas de todos aquellos que se resisten a la "renovación" y que descubrirá que tal proceso solo es una mentira para encubrir el cruel asesinato de todos aquellos que, según los criterios de la sociedad, se vuelven demasiado viejos. Sabiendo que su fin se acerca, Logan intentará escapar.

La Fuga de Logan es una historia sobre dos jóvenes rebeldes enfrentados a una tiránica sociedad que no consiente la vida más allá de los treinta años y sobre la que, por si a alguien le quedaba alguna duda, acabarán triunfando. La película dio pie a una teleserie con el mismo título en la que Gregory Harrison y Heather Menzies se hicieron cargo de los papeles principales.

Título Original: "Silent Running" U.S.A., 1971.
Producción: Universal /Michel Gruskoff.
Director: Douglas Trumbull.
Guión: Deric Washburn, Mike Cimino y Steve Bochco.
Fotografía: Charles F. Wheeler. Color.
Música: Peter Schickele.
Efectos Espaciales: Vernon Archer.
Intérpretes: Bruce Dern, Cliff Potts, Ron Rifkin, Jesse Vint.
Duración: 90 min. V.O.S.E.

Vagando a la deriva por el espacio se encuentra el nuevo Jardín del Edén, nave destinada a repoblar el planeta Tierra tras un devastador holocausto nuclear. Sin embargo, se ordena su destrucción, por lo que un magnífico Bruce Dern, su máximo responsable, decide rebelarse contra el orden establecido para salvaguardar su pequeño mundo y convertirse en un fugitivo escapando con la nave al espacio profundo en busca de una segunda oportunidad lejos de la Tierra y de sus autoritarios líderes.

Si el mensaje último de 2001 versaba sobre la necesidad del hombre de ser guiado por una conciencia superior, el de Silent Running -significativamente situada temporalmente también en el año 2001- asume que el hombre y sus creaciones (en este caso robots) debe ser su propio salvador, aún a pesar de su propia locura.

Título Original: "Forbidden Planet" USA., 1956. Producción: Nicholas Nayfack.
Director: Fred M. Wilcox.
Guión: Cyril Hume.
Fotografía: George Folsey.
Efectos Especiales: A. Arnold Gillespie, Warren Newcombe, Irving G. Reis, Joshua Meador.
Música:
Intérpretes: Walter Pidgeon, Anne Francis, Leslie Nielsen, Warren Stevens, Jack Kelly, Richard Anderson, Earl Holliman, James Drury.
Duración: 98 min. V.O.S.E.

En Planeta Prohibido, los 21 integrantes de la expedición de rescate del crucero Planetas Unidos C-57-D, no se estrellan contra el planeta 4 en medio de una tormenta magnética ni el Dr. Morbius les recibe, en principio, con ánimo de venganza. Sí aparecen, por este orden, un robot servicial que actúa como espíritu del aire cibernético, una hija casadera que nunca ha tenido contacto con otros semejantes, y un monstruo deforme controlado por el poder de la mente. El problema está en que el robot de la película. Robby, se apropia de la escena cómica de Calibán con los borrachos en La tempestad, mientras que el Monstruo del Id le roba el traje invisible a Ariel y se encarga de asustar a los visitantes inoportunos. Tampoco Morbius desea emparejar a su hija Alta (diminutivo de Altaira; es decir: la de Altaïr) con ningún joven terrestre. De hecho, la atracción sexual que surge entre la chica de los vestidos cortos y el capitán J.J. Adams es la causa directa del psico-enfado del doctor y, por tanto, de la aparición por sorpresa de la Bestia.

Es curioso comprobar como esta cinta, considerada por muchos como una de las mejores películas de ciencia ficción de todos los tiempos, es al fin y al cabo una moderna lectura de la obra de Shakespeare La Tempestad. En esta ocasión Walter Pidgeon asume el rol de Próspero al interpretar al Profesor Morbeus, un científico retirado en el deshabitado planeta Altair IV, donde intenta desentrañar los secretos de la civilización Krel, misteriosamente desaparecida tiempo atrás. Su única compañía la constituyen su joven hija Miranda y el robot Robby, aunque su pacífica existencia se verá interrumpida cuando reciban la visita de los tripulantes de una nave de exploración cuya investigación en el planeta les llevará a descubrir los oscuros secretos de los Krel y del mismo Morbeus para librar una cruenta batalla contra sus propios miedos y sus más aterradoras pesadillas.

A pesar de ser más conocido por haber realizado la sentimental Lassie Vuelve a Casa (1943), Wilcox dirige con sorprendente sofisticación una cinta inicialmente destinada a un público eminentemente juvenil, motivo por el que seguramente se le asignó el proyecto. Sin embargo, este parecía tener otras ideas en mente, por lo que paso a paso consigue trasnformar lo que inicialmente era una historia sin complicaciones en una sobrecogedora pesadilla enmarcada por los suntuosos decorados del planeta Altair IV, con su cielo verde y sus dos soles.

La cinta cuenta además con la presencia del mítico Robby, el primer robot que alcanzó el estrellato por sus propios méritos. Su popularidad fue tal que los productores decidieron revivirlo para la menos exitosa The Invisible Boy, de 1957.

Título Original: "Solaris" URSS., 1972.
Producción: URSS,. 1972.
Director: Andrei Tarkovski.
Guión: Andrei Tarkovski y Friedrich Goreinstein, según la novela de Stanislaw Lem.
Fotografía: Vadim Yussov.
Música: Preludio en Fa menor de J. S. Bach, en versión de Eduard Artemiev.
Intérpretes: Donatas Banionys, Natalia Bondarchuk, Yuri Yarvet, Anatoli Solonitsin, Sos Sarkissian, Nikolai Grinko, Vladislav Dvorjetski.
Duración: 144 min. V.O.S.E.

La novela de S. Lem sitúa toda la acción de su relato en el planeta Solaris y en la estación espacial que intermitentemente gira en torno del mismo. Tarkovski prefiere iniciarlo en la Tierra. Un húmedo, sereno paisaje, plantas, agua, vegetación, rodea la "dacha" del psicólogo espacial Kris Kelvin. Para verle, ha llegado el antiguo astronauta Burton, alejado años atrás del servicio. Una filmación en video dentro de la casa: Burton responde a las preguntas de la comisión que investiga su viaje al planeta Solaris, en donde ha sufrido tremendas experiencias visuales (bosques gigantes, una criatura de cuatro metros de alto que se le ha aparecido). Kelvin duda, vacila; Burton regresa a la ciudad a través de un intrincado circuito de carreteras que se cruzan y superponen. Kris, con la misión de destruir la estación espacial permanente colocada en la órbita del planeta o resolver los problemas que en ella se generan, viaja a Solaris. El planeta, cubierto por un océano que no es sino un enorme magma pensante, es una especie de cerebro orbital, una inteligencia planetaria. La espesa capa (¿nubes, mareas?) que cubre la superficie impide la directa comunicación con el planeta-cerebro. Cuando Kelvin llega a la estación, las circunstancias son críticas.

Gibarian, líder del grupo de científicos encargados de la misión, amigo y maestro de Kelvin, se ha suicidado, dejando a éste una grabación de video como justificación-despedida. El físico Sartorius está poseído por visiones alucinadas. El alemán Snaut, especialista en cibernética "pasa de todo" y se encascara en una lógica fría y distante. El mismo día de su llegada Kelvin se enfrenta directamente a la potencialidad de Solaris: La recuperación del pasado; ante él se presenta su esposa Hari, que se había quitado la vida diez años antes. Racionalmente no cabe el engaño: Hari está muerta, Kris Kelvin lo sabe y el mismo ser de carne y hueso, "resucitado", que se une a él no hace sino confirmarle esa "realidad" que ahora se opone a una nueva realidad.

STAR TREK (La Conquista del Espacio) Título Original: "Stark Trek"., USA, 1979.
Producción: Paramount.
Director: Robert Wise.
Guión: Harold Livingston sobre un argumento de Alan Dean Foster.
Fotografía: Richard Kline. Color.
Música: Jerry Goldsmith Efectos Espaciales:Douglas Trumbul y John Dykstra.
Intérpretes: William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, Stephen Collins, Persis Khambatta.
Duración: 125 min. V.O.S.E.

Nacida en uno de los periodos de máximo esplendor del medio televisivo, Star Trek sacralizó la ciencia ficción como género audiovisual de masas. Infiltrando humanismo para todos los públicos en un género hasta entonces entregado a la alarma social, la serie inauguraba una nueva forma de mirar las estrellas. Con Star Trek de Robert Wise, la ciencia ficción dejaba de producir encendidas parábolas sobre probables invasiones comunistas; ese género prehistórico se sacrificaba en honor de los nuevos valores que alumbraban a una sociedad americana en la que la Guerra Fría perdía fuerza: la alegría, el amor libre, el pacifismo... Estéticamente, Star Trek se adscribía también -de hecho, la serie podría considerarse como uno de los elementos catalizadores- a la tendencia que emergía con fuerza en la segunda mitad de los sesenta: decorados rabiosamente "pop", peinados femeninos basados en radicales crespados, vestidos de severo ceñimiento... y el tema musical de Alexander Courage, con estupendas percusiones y coros "sixties", extrapolación televisiva de la banda sonora de la década...

El factótum de la serie fue Gene Roddenberry, astuto tejano de extraordinaria inventiva. Padre de varios seriales televisivos, su mayor éxito fue sin duda la odisea de los hombres Enterprise, creada en 1964 como una suerte de adaptación espacial de las aventuras del capitán Horacio Hornblower -personaje por el que Roddenberry sentía un cariño especial y al que algunos espectadores españoles recordarán por El hidalgo de los mares (1951) de Raoul Walsh - para la cadena NBC Televisión.

El pilar fundamental de Star Trek es, sin duda, la calidad de sus guiones: nombres como Theodore Sturgeon, G. L. Coon, Robert Bloch, D. C.. Fontana o Norman Spinrad, hoy escritores reconocidos, utilizaron la serie, en muchos casos con libertad creativa total, como campo de experimentación para las novedosas narrativas que escupía la década prodigiosa.