A pocos días de dar a conocer la programación definitiva de la 25 edición de Fancine, la organización del festival ha confirmado nuevos títulos que se exhibirán en el cine Albéniz en el próximo mes de noviembre. Entre ellas destaca la película de animación Anomalisa, escrita y dirigida por Charlie Kaufman, una historia en stop motion sobre un autor de libros de atención al cliente que cambia su visión del mundo tras un viaje de negocios. La cinta ya ha participado en otras citas cinematográficas de renombre como Venecia, donde se alzó con el Gran Premio del Jurado.
También se incorpora Son of Saul, una producción húngara sobre el Holocausto que cuenta la cruel realidad de un prisionero judío en un campo de concentración nazi que tiene que quemar los cadáveres de sus propios compañeros. La película supone el primer largometraje de László Nemes, quien fuera ayudante de cámara del prestigioso director Béla Tarr, y ha participado en la sección oficial en Cannes, donde fue galardonada con tres premios, entre ellos, el Gran Premio del Jurado.
Otro de los títulos confirmados es la comedia Cooties, en la que Elijah Wood encarna a un profesor en apuros que tiene que reunir a otros compañeros para salvar el colegio donde trabajan, infectado por un extraño virus que convierte a los alumnos en salvajes. Una alocada historia firmada por los directores noveles Jonathan Milott y Cary Murnion y que cuenta con la participación de Alison Pill y Rainn Wilson.
Desde Corea llega el thriller Office, una cinta que refleja la situación actual de los países asiáticos en cuanto a la competitividad laboral y obsesión con el trabajo. La película se centra en un empleado de una gran empresa que supuestamente mata a su familia y se esconde en su oficina, donde comienza a matar a compañeros de trabajo. Office llegará a Málaga tras su paso por otros festivales, como Cannes, donde estuvo nominada en la sección Golden Camera.
La programación de Fancine contará asimismo con The final girls, un particular homenaje a los slasher clásicos y al cine de los años 80 del director Todd Strauss-Schulson. El argumento sitúa a un grupo de jóvenes atrapados en una película ochentena que deben escapar de un asesino en serie con la ayuda de la protagonista de la película, la madre de una de los jóvenes. Esta divertida propuesta ha recorrido festivales como Sitges, donde está seleccionada para competición, y cuenta con la presencia en pantalla de caras tan conocidas como Taissa Farmiga y Malin Akerman.
Se une además la cinta The invitation, un thriller dirigido por Karyn Kusama que gira en torno a una cena de amigos con un fin siniestro. Rodada en un contexto claustrofóbico y con un reparto encabezado por Michiel Huisman y Tammy Blanchard, la película ha sido premiada en Neuchâtel con el Premio Internacional de la Crítica.
Y la representación del cine fantástico en habla hispana recae este año en El eslabón podrido, una producción argentina que sirve como muestra del auge del género fantástico en Latinoamérica. Ambientada en una pequeña y lejana aldea, la película muestra la vida de Roberta, la prostituta del pueblo, que intenta luchar contra una maldición: si se acuesta con todos los hombres del lugar morirá. El filme está dirigido por Valentín Javier Diment, conocido por otros trabajos como La memoria de los muertos.